¿Que son Ácidos
Nucleicos? – Componentes. Funciones
Los
ácidos nucleicos son las biomoléculas portadoras de la información genética.
Los
ácidos nucleicos son macromoléculas o polímeros biológicos presentes en las
células de los seres vivos, o sea, largas cadenas moleculares compuestas a
partir de la repetición de piezas más chicas conocidas como monómeros. En este
caso, son polímeros de nucleótidos unidos mediante enlaces fosfodiéster.
La
función de los ácidos nucleicos no se reduce, por otra parte, a contener la
información necesaria para la síntesis de las proteínas celulares. Hay
secuencias regulatorias que controlan la expresión de las diferentes unidades
genéticas, por sí mismas o a su vez controladas por otras moléculas (hormonas,
factores de crecimiento, señales químicas en general); hay asimismo ácidos
nucleicos implicados en la transmisión y procesado de la información genética;
hay también ácidos nucleicos con funciones catalíticas (ribozimas).
La
estructura química de los ácidos nucleicos es tan uniforme como la de las
proteínas, o incluso más.
Composición de los ácidos nucleicos
La
unidad básica de los ácidos nucleicos es el nucleótido, una molécula orgánica
compuesta por tres componentes:
·
Base nitrogenada, una purina o pirimidina.
·
Pentosa,
una ribosa o desoxirribosa según el ácido nucleico.
·
Grupo fosfato, causante de las cargas negativas de los
ácidos nucleicos y que le brinda características ácidas
Dependiendo
de su tipo, pueden ser más o menos vastas, más o menos complejas, y pueden
presentar diversas formas.
Estas
macromoléculas se hallan contenidas
en todas las células (en el núcleo celular en el caso de los eucariotas, o en el nucleoide en el caso de las procariotas). Incluso seres tan simples y desconocidos
como los virus poseen estas macromoléculas estables,
voluminosas y primordiales.
Los
ácidos nucleicos fueron
descubiertos a finales del siglo XIX, por Johan Friedrich Miescher (1844-1895).
Este médico suizo aisló del núcleo de distintas células una sustancia ácida que
inicialmente llamó nucleína, pero que resultó ser el primer ácido
nucleico estudiado.
Gracias
a ello, científicos posteriores pudieron estudiar y comprender la forma,
estructura y funcionamiento del ADN y el ARN, cambiando para siempre el
entendimiento científico sobre la transmisión de la vida.
Tipos de ácidos nucleicos
Los ácidos nucleicos pueden ser de dos tipos: Ácido Desoxirribonucleico (ADN) y Ácido Ribonucleico (ARN).
Uno y otro se
distinguen por:
- Sus funciones bioquímicas:
mientras uno sirve de “contenedor” a la información genética (ADN), el
otro sirve para materializar sus instrucciones (ARN).
- Su composición química: cada
uno comprende una molécula distinta de azúcar pentosa (desoxirribosa para el ADN y
pentosa para el ARN), y un conjunto de bases nitrogenadas levemente
distinto (adenina, guanina, citosina y timina en el ADN ; adenina,
guanina, citosina y uracilo en el ARN).
- Su estructura: mientras el
ADN es una cadena doble en forma de hélice (doble hélice), el ARN es
monocatenario y lineal.
Los
ácidos nucleicos, a su manera respectiva y específica, sirven para el almacenamiento, lectura y
trascripción del material genético contenido en la célula.
En
consecuencia, intervienen en los
procesos de construcción (síntesis) de proteínas en el interior de
la célula. La misma ocurre siempre que fabrica enzimas, hormonas y otras
sustancias indispensables para el mantenimiento del cuerpo.
Por
otro lado, los ácidos nucleicos también participan de la replicación celular, o sea, de la generación de
nuevas células en el cuerpo, y en la reproducción del individuo completo, ya que las células
sexuales poseen la mitad del genoma (ADN) completo de cada progenitor.
El ADN codifica la totalidad de la información
genética del organismo a
través de su secuencia de nucleótidos. En ese sentido, podemos decir que el ADN
opera como un molde de nucleótidos
En
cambio, el ARN sirve como operador
a partir de dicho código, copiándolo y llevándolo a los ribosomas
celulares, donde se procederá al ensamblaje de las proteínas. Como se verá, es un proceso complejo que no
podría darse sin estos compuestos fundamentales para la vida.
Estructura de los ácidos
nucleicos
Cada molécula de ácido nucleico se compone de la
repetición de un tipo de nucleótidos, compuestos cada uno por siguiente:
- Una pentosa (azúcar), es
decir, un monosacárido de cinco carbonos, que puede ser desoxirribosa o
ribosa.
- Una base nitrogenada,
derivada de ciertos compuestos heterocíclicos aromáticos (purina y
pirimidina), y que pueden ser adenina (A), guanina (G), timina (T),
citosina (C) y uracilo (U).
- Un grupo fosfato,
derivado del ácido fosfórico.
La
composición estructural de cada molécula, además, se da en forma tridimensional
de doble hélice (ADN) o de cadena simple (ARN), aunque en el caso de los
organismos procariotas es común hallar un ADN circular de cadena simple.
Importancia de los ácidos
nucleicos
Los
ácidos nucleicos son fundamentales para la vida tal y como la conocemos, ya
que son imprescindibles para la
síntesis de proteínas y para la transmisión de la información genética de
una generación a otra (herencia). La comprensión de estos compuestos representó
en su momento un enorme salto adelante en la comprensión de los fundamentos
químicos de la vida.
Por
eso, la protección del ADN es
fundamental para la vida del individuo y de la especie. Agentes
químicos tóxicos (como la radiación ionizante, metales pesados o sustancias
cancerígenas) pueden causar alteraciones en la molécula de los ácidos
nucleicos, ocasionando enfermedades que, en ciertos casos, pueden llegar a ser
transmisibles a las generaciones venideras.
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