domingo, 2 de febrero de 2020

Obra de Teatro Escolar - La Carpintería




NARRADOR:          
Hubo una extraña  asamblea en una carpintería; era una reunión de herramientas; ellas discutían y querían arreglas sus diferencias; todo se tornó en un gran alboroto, y  en ese momento solo se escuchaban reclamos de un lado y de otro.

(Hablan todas las herramientas a la vez, y entran al escenario)

El Tornillo: cada una debe votar hay que decidir de una vez.

La Lija: Por favor hagan silencio.

El Metro: Dejen que yo hable.

El Serrucho: Calma, calma que todo se arreglara:

El Martillo: Un momento, un momento, yo voy a dirigir.

El Lápiz:   yo tengo algo importante que decir.

NARRADOR:          
En medio de tanta confusión y sonando fuertemente su mazo,  el martillo ejercicio la presidencia, pero la asamblea no estuvo de acuerdo. Las herramientas le gritaron. Usted hace mucho ruido y pasa todo el día golpeando.

El Martillo: Muy  bien acepto lo que dicen, pero pido que sea expulsada el tornillo, porque hay que darle muchas vueltas para que sirva para algo.

El Tornillo: Ante tal ataque admito  mi culpa pero yo pido que botemos  a la lija, ella es muy áspera en su trato y tiene muchas roces con los demás.

La Lija: Si eso es lo que quieren me iré, pero que se marche el metro también, él se la pasa todo el día midiendo a todos como si fuera el único perfecto.

El metro: Entonces también debe irse el serrucho, porque sus filosos dientes maltratan a la madera.

NARRADOR
En ese momento entro el carpintero,  se colocó su delantal, e inicio su trabajo como de costumbre. Las herramientas quedaron en silencio haciendo cada una su trabajo, según el carpintero las fue necesitando.

Carpintero: Que lindo día, hoy hare una  pieza muy especial, para ello utilizare todas mis herramientas. Que bueno que las tengo, porque sin ellas no podría trabajar.

NARRADOR: 
Entonces el carpintero, tomo el pedazo de madera y fue utilizando cada herramienta en su debido momento, con el metro midió el tamaño de la pieza, con el lápiz la marco, con el serrucho corto cada pedazo, con martillo, tornillo y clavos unió las fragmentos y luego la lija dio el acabado final. . Fue así como la tosca madera fue tomando  forma y se convirtió en un lindo mueble. Cuando el carpintero salió, las herramientas reanudaron la asamblea y tomo la palabra el serrucho.

Serrucho: Ha quedado demostrado que tenemos defectos pero el carpintero trabaja con nuestras virtudes y cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos más en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos.

NARRADOR: las palabras del serrucho repicaron con valentía y  llamaban a la reflexión, entonces las herramientas un tanto apenadas y entristecidas  comentaban entre ellas:

La Lija: el martillo en verdad es muy fuerte.

El Martillo: y usted señora lija es muy especial para afinar y limar asperezas.

El Tornillo: Señor metro usted es preciso y exacto.

El Metro: y usted señor tornillo une todas las piezas con mucha fuerza.

NARRADOR
Al  examinar el error cometido y admitir la utilidad de cada una, las herramientas se sintieron un equipo capaz de producir grandes cosas, admiraron orgullosas sus fortalezas  y apreciaron la oportunidad de trabajar juntas.

Ocurre lo mismo con los seres humanos, siempre estamos buscando los defectos en los demás y por esto creamos situaciones tensas y negativas. En cambio al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes y las virtudes de cada persona es cuando florecen los mejores logros humanos.  

Presidente Ikeda siempre orienta y dice: no desperdicien su tiempo comparándose con los demás…. Porque somos todos diferentes es que cada uno de nosotros es especial.

Las herramientas abandonan en escenario abrazándose y bailando al son de una linda música.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.